Cuando parecía que una jugada del kirchnerismo iba a quedar en la nada, el Ejecutivo concretó un
movimiento que hoy
sacude a la Patagonia:
habilitó zonas francas en las ciudades de
Caleta Olivia y Río Gallegos, en Santa Cruz, en una decisión que hace
temblar al empresariado de
Tierra del Fuego.
Ocurre que la medida
permite el ingreso a la provincia de productos libres de impuestos para su posterior
comercialización. Incluye desde
alimentos hasta la
electrónica, pasando por
indumentaria, calzado,
materiales para la construcción e, incluso,
automóviles.
Entre los considerandos del nuevo régimen, el
oficialismo indicó que "para disponer tal medida se destaca la
baja densidad poblacional y la lejanía de la provincia respecto de los
grandes centros urbanos del país, situación que
conspira contra la posibilidad de
radicación de nuevas industrias, con consecuencias negativas con relación a la creación de fuentes de trabajo".
"Tampoco puede dejar de
considerarse la influencia que en la economía local produce la cercanía de la
zona franca de Punta Arenas, en la República de
Chile", expone el texto que habilita los
dos lugares libres de impuestos en Argentina.
El gesto oficial rápidamente encendió luces de
alarma en Tierra del Fuego.
Esto ocurre justo en momentos en los que se
debate el modo en que
continuará operando el esquema de
ensamblado de electrónica que rige en ese territorio, a raíz de la gran
cantidad de dólares que "aspira" en concepto de importaciones de componentes.
Por lo pronto,
habilitar la entrada de productos terminados fue observado en la isla como un
anticipo a una eventual
pérdida de beneficios que hoy ostenta la industria fueguina.
Además, como el aval también abre la posibilidad de ingresar piezas y
repuestos, empresarios y representaciones gremiales de Tierra del Fuego
temen por el
surgimiento en Santa Cruz de una
industria tecnológica que
compita directamente con la de
Tierra del Fuego.
Atento a esta preocupación, el diputado nacional Rubén Sciutto -ahora
encuadrado en el massismo aunque con pasado kirchnerista- sostuvo que
"actualmente
cerca del 40% de la población económicamente activa de Tierra del Fuego depende directamente del
sector metalúrgico".
Y agregó: "Es por eso que quienes representamos a la provincia
debemos alzar la voz frente a la implementación de este accionar, que derivará en
problemas de alto impacto social".
El funcionario anticipó que efectuará un pedido de informe detallado a la Nación, en el que se explique el
real alcance de la
puesta en marcha de la
zona franca de Río Gallegos, de qué manera será reglamentada para
así evaluar los perjuicios sobre la
industria fueguina.
Sciutto comentó que no se puede "tomar como un hecho aislado el conjunto de acciones políticas que hoy nos están perjudicando.
Debemos estar atentos a la creación de la
zona franca de Río Gallegos".
"Nos ven como los responsables de la fuga de dólares y todas las
medidas implementadas en este último tiempo están siendo claramente
orientadas a restringir la producción de la
industria en Tierra del Fuego", reclamó.
Desde organizaciones políticas fueguinas, como el Movimiento Solidario Popular, acercaron a
iProfesional más detalles vinculados con una
problemática y preocupación que crece en el sur del país.
"Hemos leído el articulado de la reglamentación, en la que se habla de distintas alternativas e incluso de la
posibilidad de generar cambios en los
insumos para producir mercadería que sea exportada", mencionó el diputado nacional Oscar Martínez.
Además, afirmó que se trata de una reglamentación "
compleja y contradictoria,
teniendo en cuenta que hoy no hay ingreso de insumos importados,
justamente por las medidas económicas que ha tomado el Gobierno".
"Con la aparición de esta medida surgen algunas preocupaciones y
habrá que interpretar cuál es el objetivo final
que se persigue. Estamos produciendo el 90% de los electrodomésticos
que se comercializan en el resto del país y esto podría afectar",
agregó.
¿Qué se aprobó? A través de la resolución 31/2014, el Ministerio de Economía habilitó en Río Gallegos y Caleta Olivia la
venta sin impuestos y al por menor de algunas de estas mercaderías de origen extranjero:
• Automóviles
• Electrodomésticos de todo tipo para el hogar
• Bebidas
• Prendas de vestir
• Calzado
• Perfumes, cosméticos y artículos de tocador e higiene
• Artículos de joyería
• Vajillas, grifería, adornos para el hogar
• Objetos de cristal y vidrio para servicio de mesa y cocina
• Muebles
• Artículos de librería
• Materiales para la construcción de viviendas
• Materiales para cocinas y baños
• Artefactos y calefacción del hogar
• Cemento, cerámicos, hierro y metales para estructuras
• Juguetes, juegos y artículos de deporte y camping
• Artículos de ferretería y máquinas herramientas de uso manual
En el caos de elctródomésticos, incluye
cocinas, heladeras, freezer, lavadoras, estufas, equipos de
aire acondicionado, licuadoras, jugueras, secadores de cabello, planchas, hornos de
microondas, teléfonos, radios, equipos de
audio y video, computadoras y
aparatos de televisión, entre otros.
En simultáneo, la resolución establece "que
toda persona física podrá acceder a la
compra de mercaderías al por menor
de origen extranjero dentro de la zona franca, en los comercios
especialmente autorizados por el Comité de Vigilancia, gozando de una
franquicia de u$s300 por persona.
"Se establece que las franquicias establecidas son individuales, intransferibles y no acumulativas,
no pudiendo ser utilizadas más de una vez por mes", añade.
E indica que "cuando las personas constituyan un
grupo familiar -cónyuges e hijos menores de 16 años - la
franquicia podrá ser utilizada en forma conjunta, inclusive cuando se trate de un único efecto".
En cuanto a los autos, "se establece como valor máximo de compra por unidad vehicular la suma de
u$s25.000, que se elevará hasta los
u$s40.000 en caso de compras de
pick-up".
Eso sí, en el caso de los vehículos, su circulación estará restringida a la provincia de Santa Cruz aunque se podrá tramitar un
permiso especial de salida de esa jurisdicción.
Industriales fueguinos en alerta"Habilitan la entrada de productos terminados, que
saldrán menos de la mitad de los que se
ofrecen en la Argentina, mientras restringen los componentes para fabricar", se quejó a
iProfesional un importante empresario de Tierra del Fuego que pidió no ser mencionado.
"Dicen que hay que cuidar la industria nacional y todo lo que
ingresará será vía Chile y de origen asiático. Una vez más, el discurso oficial va por un lado y la realidad por otra", agregó.
Desde AFARTE -entidad que reúne al grueso de los fabricantes de la
isla- su titular, Alejandro Mayoral, relativizó el impacto de lo
aprobado para Santa Cruz.
"En principio, se habla de una
zona más comercial que de fabricación.
No parece una medida ideada para la producción de electrónica. De
nuestro lado, no estamos previendo cambios para Tierra del Fuego",
expresó a
iProfesional.
Pero desde cámaras como Camoca dan cuenta de la
incidencia negativa que las
zonas francas tendrán sobre lo que se produce hoy en el extremo sur del país.
"Esto no tiene más sentido que
complicar a Tierra del Fuego. Hay que ver si a largo plazo la idea no es replicar el modelo y
sumar un polo de producción en Santa Cruz", indicó a este medio un vocero de la organización.
"Hoy la industria fueguina, está complicada por las trabas al ingreso
de componentes y ahora se suma esto. Todo es muy contradictorio. Al
estar
exento de impuestos aquello que
ingrese al país, es posible que
ensamblar en Río Gallegos se haga
más que atractivo para las empresas de electrónica", concluyó.
Mauricio Claverí, economista de Abeceb.com, también observó las
zonas francas de Caleta Olivia y Río Gallegos como la posibilidad de engendrar un nuevo centro de fabricación y ensamble.
"Al habilitar el
ingreso irrestricto de componentes, tranquilamente la zona se podría consolidar como un
lugar de producción alternativa. En definitiva, lo que se habilitó ahora es
tecnología que también
provendrá de los países asiáticos, así que nada cambiaría demasiado en cuanto a la calidad de las piezas", dijo a
iProfesional.
Chile mira de reojoA través de la resolución de Economía, el Gobierno también dejó en claro que la
instalación de
zonas francas en Santa Cruz apunta a
restarle capacidad comercial a
Punta Arenas,
que se transformó en estos últimos años en el centro de compras
predilecto para los argentinos que buscan tecnología sofisticada a bajo
precio.
Del otro lado de la Cordillera, como es de suponer,
siguen con atención los movimientos en
Río Gallegos y Caleta Olivia, aunque todavía sin que se hagan grandes pronunciamientos por parte del empresariado trasandino.
"A primera vista el
reglamento no es muy preciso aún, por lo que es muy prematuro decir cómo afectará esto a la región. En todo caso, la
zona franca de Punta Arenas tendrá que seguir
avanzando en competitividad y precios para ofrecer mejores alternativas", señaló Eugenio Prieto, gerente general de Sociedad Rentas Inmobiliarias (SRI).
"Nosotros no sólo ofrecemos zona franca, sino un destino turístico, y eso es lo que
tenemos que salir a defender", remarcó Marco Mella, funcionario de Punta Arenas.