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domingo, 10 de agosto de 2014

¿Se cae el mundo o no queremos venderle al mundo?

Por Gustavo Scarpetta (Especial)

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La Presidenta anunció por cadena nacional que parte de la crisis argentina se debe a que nuestras exportaciones no crecen porque “el mundo se cae”.
Un gran problema de la economía actual, además de la inflación y de la creciente recesión, es la caída de las exportaciones, que achica la demanda agregada y luego golpea al empleo en varios sectores. En Córdoba, la crisis en los sectores automotor y frigorífico es muestra de eso.
Pero el mundo no se ha caído, sino que le dejamos de vender. La principal causa de la caída en las exportaciones es el amplio descenso (60 por ciento) en las ventas externas de cereales –sobre todo, trigo y maíz– debido totalmente a medidas internas, que son ilógicas ante la gran necesidad de divisas que tiene Argentina.
El aumento de costos logísticos, de cantidad de trámites y de pasos, tanto para exportar como para importar, hace más difícil la inserción internacional de Argentina cuando todos los grandes jugadores globales hacen innumerables esfuerzos para mejorar su participación y acceso internacional.
Los principales mercados no se han caído, tal vez están creciendo algo más lento (como el caso de China), pero de ninguna manera esto puede justificar el descenso de las exportaciones. El caso de excepción es la menor venta de automóviles a Brasil, pero el resto de las caídas se debe a factores internos. Otra situación es la del biodiésel que debería ir solucionándose para volver a crear un sistema de incentivos poderosos a esta estratégica producción.
China, Brasil, Chile, la Unión Europea y Estados Unidos siguen siendo los principales mercados para nuestros productos y sus compras no han caído, aunque, en algunos casos y rubros, pueden haberse estancado.
Pero, sin duda, la exportación fue el camino del desarrollo en los últimos 40 años. Los países que han salido de los niveles más bajos y han crecido, lo hicieron a través de esta vía, creando industrias competitivas que puedan vender a la mayoría de los mercados.
En paralelo, en Córdoba se realizaba el Coloquio Industrial de la Unión Industrial (UIC), en el que el sector planteaba y reclamaba sobre los limitantes al crecimiento conn un debate que intenta marcar las pautas para un FUTURO desarrollo. Argentina necesita mejorar el marco para que la industria y el agro evolucionen y nuestra performance exportadora mejore.
Enseñanzas de grandes
Hoy China es el mayor exportador mundial: vende 10 de cada 100 dólares que el mundo exporta. Pero en 1970 exportaba menos que Argentina y en 1980 era el exportador número 30 y vendía menos de un dólar de cada 100 que se comerciaban en el globo.
Pero no es el único país que muestra que el desarrollo exportador es el camino. Corea del Sur es –según la Organización Mundial del Comercio, OMC– el séptimo exportador mundial. Argentina exportaba más que Corea en la década del ’70 y era el exportador 32. Hoy, la industria coreana y sus marcas llegan a todo el mundo. Si bien tuvo un período de sustitución de importaciones, rápidamente, evolucionó a una política de exportaciones agresivas.
Singapur pasó de ser el 26º en 1980 al 14° en la actualidad, e incluso Vietnam pasó de ser el exportador 124º (con solo el 0,02 por ciento de las exportaciones totales) al puesto 40.
Todos estos países –a los que podríamos sumar Tailandia, Irlanda, Turquía y Malasia–muestran que aquellos que aumentaron su participación mundial en las exportaciones también subieron su producto bruto interno (PBI) per cápita durante ese período.
En cambio, otros países quedaron claramente fuera de estos procesos y se volvieron más pobres. Tal el caso de Nigeria, que pasó de ser el 15° exportador al 35°, disminuyendo a la mitad su participación.
Los países que aumentaron sus exportaciones son más ricos, lo hicieron a través de un crecimiento del valor agregado de sus productos y de una fuerte industrialización de sus canastas exportadoras.
Nueva Zelanda y Australia podrían ser las dos excepciones que, sin vender manufacturas industriales, mantienen un importante perfil exportador y logran un fuerte desarrollo. Para ejemplificar, Australia exporta más que Brasil y posee sólo el 10 por ciento de la población (20 millones contra 200 millones).
Industria, exportaciones y valor agregado son elementos esenciales para el desarrollo de un país. Argentina necesita de todos y hay que ponerlos en la agenda cuanto antes.
60% se retrajeron las exportaciones de cereales (trigo y maíz, sobre todo) este año. Y la causa no fue que “el mundo se cae” sino las medidas internas tomadas por el Gobierno que frenan las ventas de estos productos al exterior. http://www.lavoz.com.ar/negocios/se-cae-el-mundo-o-no-queremos-venderle-al-mundo

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